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Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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Discusión
En relación con la primera pregunta, tres
son las ideas más prevalentes: respeto,
dignidad y un trato que tenga en cuenta
el contexto global de la persona atendida.
Estas tres ideas pueden condensarse en el
concepto de reconocimiento elaborado por
Honneth (7). Este autor defiende la tesis
según la cual cuando un individuo es objeto
de reconocimiento puede asumir la autoes-
tima ya que se siente valorado por sus com-
pañeros de interacción en sus capacidades
específicas y esto le permite identificarse
con sus cualidades y aportaciones específi-
cas de una manera absoluta. Por otro lado,
es a partir del reconocimiento de la historia
personal, de todo lo que ella ha aportado y
puede aún aportar, cómo le resultará posible
asumir un nivel de calidad de vida adecuado
y articulado con sus potencialidades.
En lo que atañe a la segunda pregunta,
qué papel considera cada profesional que
desempeña en el buen trato, las tres cate-
gorías más citadas han sido: la detección y
prevención de las situaciones de no buen
trato; conectar a las personas con los recur-
sos existentes y, finalmente, hacer visible el
problema a las administraciones.
Respecto de la primera categoría es nece-
sario advertir que la detección e identifica-
ción de situaciones de no buen trato o de
claro maltrato no es nada fácil. Ello se debe
a la particular situación de vulnerabilidad
de la persona mayor, ya sea por problemas
de salud (deterioro cognitivo, déficits mo-
tores, déficits sensoriales, etc.) ya sea por
vínculos familiares que, como es sabido, di-
ficultan los mecanismos de denuncia de ma-
los tratos o de abusos.
La segunda categoría se refiere a la ne-
cesidad de conectar a las personas mayores
con los recursos ya existentes. Esto implica
la necesidad de que estas personas sepan
dónde pueden acudir para poder resolver las
dudas ya sea por cuestiones legales o por
temas sociales. No es una cuestión banal ya
que, a menudo, las personas de mayor edad
desconocen los dispositivos a los que pue-
den recurrir para poder resolver muchos de
los problemas a los que han de hacer frente.
Finalmente, la necesidad de hacer visible
el problema del no buen trato. Ello enlaza
con la primera categoría, detectar e identi-
ficar. En efecto, las condiciones de precarie-
dad social, económica y de salud, juntamen-
te con los problemas de salud y de deterioro
cognitivo, provocan, a menudo, que muchas
situaciones de no buen trato pasen desaper-
cibidas o queden ocultas a la mirada de los
profesionales y de las administraciones. Es
por ello por lo que se hace necesario llevar
a cabo campañas de difusión y sensibiliza-
ción dirigidas a la población general y a los
colectivos profesionales.
La tercera pregunta, referida al papel que
tienen los otros actores profesionales en el
ámbito del buen trato, la categoría más ci-
tada ha sido la de la ocasional colaboración
entre servicios y de trabajo en red. Este úl-
timo, sobre el que existe un acuerdo tácito
general, implica un más allá de la colabora-
ción interprofesional y plantea la necesidad
de implementar mecanismos de conversación
permanente entre los diversos profesionales
que intervienen en un caso determinado. No
se trata de un funcionamiento jerárquico ya
que nadie puede arrogarse un saber superior
sobre el resto de los actores sino de establecer
una interacción permanente. El saber sobre el
caso debe producirse colectivamente y debe
reposar en la articulación de la visión global
de la situación y de los diferentes elementos
que la componen. Esta metodología ha sido
ampliamente desarrollada por diversos auto-
res, como Ubieto (8) y también por Moya (9).
Ester Fornells / Manuel De Armas / Maria Teresa Anguera / Sergio Escalera /
Marcos Antonio Catalán / Josep Moya