Informaciones Psiquiátricas - Primer trimestre 2006. Número 183

Introducción

 

Comité Organizador

 

Recepción: 14-12-05 / Aceptación: 02-02-06

 

Sagrat Cor Serveis de Salut Mental (GHSCJ), continuando con el objetivo de crear un espacio de pensamiento, reflexión e intercambio de cara a mejorar la calidad y realidad asistencial, organiza sus III Jornadas de Rehabilitación en salud Mental.

En esta ocasión, y pensando en la rehabilitación psicosocial en salud mental como un proceso dinámico que tiene el objetivo de dotar de autonomía a las personas afectas de un trastorno mental grave, pero en el que con frecuencia debemos tomar decisiones que afectan a las personas, tanto en su individualidad como en su ámbito de relación familiar y social, nos planteamos una serie de cuestiones éticas que debemos resolver: ¿cuál es el límite de nuestra intervención?, ¿cómo manejar el conflicto entre el paternalismo y el autoritarismo?, ¿de qué manera priorizamos los casos?, ¿qué pasa con aquellas personas que no entran en los protocolos?, ¿dónde acaba la responsabilidad ética del profesional?, ...

Para intentar dar respuesta a estas cuestiones, profesionales de la salud mental, de la filosofía, de los medios de comunicación, de la judicatura, así como familiares y expertos en ética, han aceptado nuestra invitación para participar en estas jornadas.

En el proceso de rehabilitación psicosocial, cuando intentamos dotar de autonomía a personas dependientes, entramos en conflicto constante entre los principios de autonomía y de paternalismo, los principios de no maleficiencia y de beneficiencia. La confrontación de distintos modelos de intervención puede disipar nuestras dudas y ayudarnos a decidir cómo y cuándo utilizarlos.

En numerosos recursos asistenciales, sus profesionales están llevando a cabo experiencias en las que trabajan a fondo el tema que nos ocupa: la rehabilitación e integración social. En la mesa desde la experiencia queremos dar la palabra a aquellas personas que han iniciado y están llevando a cabo estas experiencias, para fomentar el diálogo e intercambio entre los profesionales.

Pero no son sólo los recursos sanitarios los que deben plantearse estos conflictos. Las familias, los recursos sociales, las instituciones políticas, la judicatura, la red informal, la sociedad civil... la sociedad en general, deben corresponsabilizarse en el proceso de rehabilitación para facilitar que las personas con trastorno mental grave puedan integrarse en ellas.

Sólo así, con la sensibilización e implicación de los distintos sectores de la sociedad en los procesos de rehabilitación, las personas con trastorno mental grave podrán acceder a ser ciudadanos de derechos.

 

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