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El presente artículo pretende plasmar la complejidad de la atención a las personas afectas de trastorno neurocognitivo inducido por consumo de alcohol. Las personas con trastorno por uso de alcohol prolongado pueden sufrir un abanico de dificultades a nivel físico, neuropsicológico, emocional y funcional. The aim of this paper is to show the complexity of people affected by neurocognitive disorders related with alcohol consumption. Long-term use of alcohol may produce a wide range of difficulties at physical, neuropsychological, emotional and functional levels.

Publicado un artículo de investigadores de FIDMAG Hermanas Hospitalarias sobre los cambios cerebrales funcionales en el Trastorno Bipolar en la revista ‘Bipolar Disorder’. El estudio demuestra los cambios longitudinales que se producen entre la fase maníaca y la eutimia en un grupo de pacientes con Trastorno Bipolar.

Desde el año 2009, las demencias han sido una prioridad política en Escocia. El gobierno escocés ha publicado tres Estrategias Nacionales para Demencias desde el 2010 con la influencia de distintas organizaciones, en particular de una ONG de gran fuerza, Alzheimer Scotland. Para poder cerrar la brecha entre política y realidad clínica, el gobierno escocés encarga a Healthcare Improvement Scotland (HIS) especificos trabajos de mejora de servicios para gente con demencia y sus cuidadores.

El eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) y su producto final, el cortisol, son elementos clave en la respuesta fisiológica de los seres humanos al estrés. El envejecimiento normal se ha relacionado con un aumento de los niveles basales de cortisol. La exposición a niveles elevados de cortisol juega un papel importante en el propio proceso de envejecimiento, dado que se ha asociado con atrofia del hipocampo y afectación de la memoria, también en ancianos sanos. Esto podría contribuir a explicar la génesis de los déficits de memoria en la población anciana.

Las depresiones en las personas mayores desencadenan una serie de consecuencias físicas, funcionales, sociales, psicológicas, que pueden mantenerse en el tiempo, aún tras la mejoría de la sintomatología afectiva. Se considera que en más de las tres cuartas partes de los mayores deprimidos pueden persistir síntomas residuales, dando lugar a estados postdepresivos en forma de depresiones menores, depresiones subumbrales o depresiones subsindrómicas. Entre estos síntomas residuales más frecuentes en los estados postdepresivos destacan las dificultades de concentración, el enlentecimiento, la astenia, los síntomas somáticos, los trastornos del sueño o la hipocondriasis. En los mayores son más frecuentes las depresiones subclínicas o subsindrómicas, que frecuentemente aparecen tras la mejoría de un trastorno depresivo mayor. Los factores que se asocian para la aparición de estas depresiones subsindrómicas son de tipo sociodemográfico (ausencia de contactos sociales), empeoramiento funcional, historia previa de trastornos afectivos, antecedentes de trastornos vasculares cerebrales o factores existenciales (preocupaciones sobre el futuro, baja percepción de salud,..). Este tipo de depresiones tienden a la cronicidad y al deterioro funcional, y por tanto se recomienda el tratamiento de las mismas. Inicialmente una conducta expectante esperando una remisión espontánea, asociar psicoterapia, actividad física y, si se considera necesario, tratamiento antidepresivo.

La depresión es la enfermedad psiquiátrica más frecuente en los pacientes de edad avanzada. Supone la primera causa entre los pacientes que se suicidan a esta edad, genera gran sufrimiento en el propio paciente y en su familia, y es fuente de importante discapacidad por la propia enfermedad y por la repercusión en la evolución de otras enfermedades comórbidas. Una vez diagnosticada y tratada, la evolución de la enfermedad puede ser a una recuperación completa del paciente, tanto en lo sintomático como en lo funcional. Sin embargo, es frecuente, en este periodo de la vida, que la enfermedad depresiva sea recurrente y que por tanto haya que mantener el tratamiento antidepresivo durante varios años o de manera continuada. También resulta habitual que algunos de los síntomas no respondan de la misma manera al tratamiento farmacológico o de psicoterapia. En este caso, pueden hacerlo más tarde que los síntomas nucleares o quedar como síntomas residuales. Estos síntomas pueden tener tanta importancia y repercutir de tal manera en la vida de los pacientes que condicionen el pronóstico de la enfermedad que padecen. Los síntomas cognitivos, la ansiedad y las alteraciones de los ritmos biológicos, sobre todo el sueño, son los que requieren una mayor atención, pero las ideas de muerte y de suicidio, los síntomas somáticos y la apatía constituyen también síntomas para tener en cuenta. En este artículo se pretende revisar las posibles evoluciones y sus opciones terapéuticas, abordar si existe riesgo de encarnizamiento terapéutico, y finalizar con algunas cuestiones de la vida de estos pacientes que influyen en el afrontamiento de la enfermedad.

La parálisis cerebral es un síndrome que asocia desórdenes del desarrollo del movimiento, la postura y el tono muscular, que causan limitaciones en las actividades y están acompañados de déficits sensitivos, cognitivos, de comunicación, de percepción, comportamiento, y crisis comiciales. El tratamiento debe ser preventivo, activo e interdisciplinar a nivel farmacológico, rehabilitador, psicoemocional y cognitivo. La exposición a ambientes sensoriales enriquecidos y programas de desarrollo temprano basados en la teoría de la neuroplasticidad, mejoran la función cognitiva y el crecimiento cerebral favoreciendo una atención rehabilitadora integral sobre los trastornos motores y los trastornos asociados, y lográndose mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias.

El Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias (CREA) cuenta con un programa de terapias no farmacológicas (TNF) al que se van incorporando intervenciones novedosas, adaptándonos a los cambios sociales y tecnológicos. Una de las TNF que más interés ha generado en los últimos años es la Roboterapia, el uso de robots sociales con forma de animal. Numerosos estudios han mostrado que la roboterapia tiene beneficios en las áreas social, afectiva, fisiológica y comportamental, pudiendo repercutir en la calidad de vida de la persona con demencia. A este respecto desde el CREA se han realizado recientemente dos estudios: el primero de ellos para valorar la eficacia de la foca robótica Paro en la reducción de los síntomas psicológicos o conductuales y mejora de la calidad de vida; mientras que el segundo consistió en una comparación de las respuestas generadas por Paro o un cachorro de perro.

En los últimos años se ha ido cuestionando con cada vez mayor asiduidad la práctica psiquiátrica habitual en los pacientes ancianos con o sin demencia, institucionalizados o no institucionalizados. El motivo de ese cuestionamiento es el empleo frecuente de medidas de restricción física y de psicofármacos en estos pacientes, práctica que con frecuencia constituye lo que se denomina sujeción física o química. Este artículo se focaliza en la medida de sujeción más desconocida, que es la sujeción química, debido al empleo inadecuado de psicofármacos. Se repasarán causas, dinámicas y soluciones propuestas con respecto al empleo de sujeciones, así como los usos de psicofármacos que pueden ser considerados sujeción química. Además, se resumirán aspectos importantes del proyecto CHROME, pionero en España en sistematizar el abordaje de las sujeciones químicas.

Con este artículo se pretende explicar los principales conceptos que están en la base de la aplicación de la psicomotricidad en el área de la psicogeriatría. Se abordarán las bases fundamentales del dominio científico de la psicomotricidad (conexión cuerpo-mente-relación), la especificidad de la relación entre terapeuta y paciente, la formación del psicomotricista y sus marcos profesionales. Se explicarán los efectos del envejecimiento en el sistema psicomotor (especialmente en la selección, programación y ejecución motora), indicando puntos fundamentales en el desempeño al nivel del equilibrio estático y dinámico, del tono, de la marcha, de la coordinación global e fina, de la estructuración espacial e temporal, de la noción y esquema corporal, de la percepción e integración sensorial y finalmente de la comunicación verbal y no verbal. También se explicitarán los principales síntomas psicomotores de síndromes neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Seguidamente, se abordará la evaluación psicomotora de personas mayores, principalmente la aplicación de la versión portuguesa del Éxamen Geronto Psychomoteur1. Serán aclarados los principales objetivos de la intervención psicomotora y cómo se la encuadra, planea y ejecuta en el contexto de un equipo interdisciplinario de psicogeriatría. Por fin, se presentará la estructura general de una sesión de intervención psicomotora y los principales materiales utilizados.

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IX Jornadas de Salud Mental y Rehabilitacion Psicosocial
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