INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS - page 16

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Informaciones
Psiquiátricas
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dad del ánimo” o “dejadez, indolencia, falta
de energía”. Si las primeras definiciones de las
culturas clásicas hacían mención en exclusi-
va a la falta de emoción, las definiciones más
modernas y el concepto de apatía en el ima-
ginario colectivo se focalizan tanto en la falta
de emoción como en la falta de conducta. La
primera descripción de la apatía como entidad
clínica la realizó Marín en 1991
1
. Para este
autor la apatía consistía en una “pérdida de
motivación, no justificable por discapacidad
intelectual, disminución del nivel de concien-
cia, deterioro cognitivo o estrés emocional”.
Con esa definición operativa se podía estable-
cer una diferencia entre un síndrome apático
propiamente dicho y síntomas de apatía en el
contexto de otras entidades clínicas, como un
delirium de tipo hipoactivo o un trastorno de-
presivo mayor. Además, Marin
1
estableció la
presencia de tres dimensiones en torno a las
cuales estaría articulada la apatía. Esas tres
son las dimensiones conductual, cognitiva y
emocional. Para Marín en la apatía habría una
reducción de las conductas, de la actividad
cognitiva y de las emociones, dirigidas a un
objetivo concreto.
Levy y Dubois
2
redefinen la apatía como
un déficit persistente de la motivación y una
ausencia o disminución de los sentimientos,
emociones o intereses que desembocan en
una reducción significativa de conductas au-
togeneradas y dirigidas a una meta concreta.
Para estos autores
2
en la apatía ocurre una
“reducción cuantitativa de conductas vo-
luntarias dirigidas a un fin comparadas con
comportamientos previos”. Así, la apatía sería
para estos autores un síndrome conductual,
observable y cuantificable, en el que se podría
encontrar una disminución de la activación
conductual de las personas frente a estímulos
internos (autoactivación) y/o frente a estímu-
los externos (heteroactivación).
La apatía conductual es una disminución en
la autoactivación en donde las respuestas au-
tomotivadas son llamativamente disminuidas
en contraposición a las respuestas inducidas
por estímulos externos.
La apatía cognitiva es una disfunción de las
funciones cognitivas necesarias para elaborar
planes de acción. Eso provocaría un déficit en
la memoria de trabajo y de planificación, di-
ficultando la adopción de nuevas estrategias.
La apatía emocional presenta una reducción
de comportamientos dirigidos por objetivos
propios debido a una disfunción del proce-
samiento emocional-afectivo de los actos. Así
habría una incapacidad para asociar señales
emocionales con los comportamientos.
En la
Tabla 1
se recogen los criterios diag-
nósticos de apatía en la enfermedad de Al-
zheimer y en otros trastornos neuropsiquiá-
tricos propuestos por el grupo de trabajo de
Robert3.
Apatía versus depresión
Durante años, la presencia de síntomas apá-
ticos en la depresión y la catalogación de la
apatía como un criterio mayor de depresión
mayor en clasificaciones internacionales como
el DSM-IV-TR
4
, indujo a pensar que toda apa-
tía estaba dentro de un contexto depresivo, es
decir, que no podía haber apatía sin depresión.
Autores como Levy y Cummings
5
señalaron que
la apatía es un síndrome neuropsiquiátrico di-
ferente de la depresión. Hay estudios que re-
marcan la evidencia de validez sindrómica de
la apatía
6
. Los estudios científicos confirman
que apatía y depresión tienen distintos sus-
tratos neurobiológicos y diferente respuesta
terapéutica
7
, lo que se ha encontrado en otras
enfermedades neurodegenerativas diferentes a
la enfermedad de Alzheimer como pueden ser
la enfermedad de Parkinson
8
o la enfermedad
de Huntington
9
. Un reciente estudio europeo
multicéntrico halló que la apatía es un sín-
drome independiente y frecuente en todos
los subtipos de demencia
10
. En pacientes con
deterioro cognitivo leve y con demencia se
Jorge López Álvarez / Luis Fernando Agüera Ortiz
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