22
        
        
          Informaciones
        
        
          
            Psiquiátricas
          
        
        
          2016 - n.º 225
        
        
          Marta Pérez de Obanos-Martell / Paula Muñoz-Hermoso / José de Blas Soto / Ainhoa Uncilla /
        
        
          Manuel Martín-Carrasco / Eduardo González-Fraile / Grupo RESICARE
        
        
          
            Discusión
          
        
        
          Este estudio supone un primer acercamien-
        
        
          to en la comprensión del fenómeno de sobre-
        
        
          carga y malestar psicológico en el familiar
        
        
          del paciente psicogeriátrico ingresado en un
        
        
          centro residencial.
        
        
          Posterior al ingreso del paciente, el cui-
        
        
          dador delega las funciones de cuidado de su
        
        
          familiar enfermo en un equipo profesional,
        
        
          tras lo cual cabría esperar la desaparición
        
        
          del malestar subjetivo experimentado. Sin
        
        
          embargo, a tenor de los resultados, se obser-
        
        
          va que la sobrecarga (ZBI-22, CBS-FNH) y el
        
        
          deterioro en la salud mental (GHQ-28) con-
        
        
          tinuan presentes, aunque en menor medida
        
        
          que en muestras de cuidadores de pacientes
        
        
          no ingresados (23). Dentro de la sobrecarga,
        
        
          el sentimiento de culpa, los miedos anticipa-
        
        
          torios o las propias limitaciones de los cui-
        
        
          dadores a la hora de atender a sus familiares
        
        
          son los factores más destacados.
        
        
          Como posibles variables moduladoras del
        
        
          malestar del cuidador, se detecta que el
        
        
          tiempo de ingreso del paciente y la aten-
        
        
          ción recibida por parte del centro hacia el
        
        
          cuidador juegan un papel protector. Así,
        
        
          los cuidadores que llevan más tiempo con
        
        
          sus familiares ingresados y que reciben más
        
        
          atención por parte del centro presentan me-
        
        
          nor ansiedad, depresión, sobrecarga y mejor
        
        
          salud mental. La atención recibida resulta un
        
        
          aspecto importante a potenciar en los cen-
        
        
          tros residenciales ya que muchas veces no se
        
        
          presta la debida atención a los familiares.
        
        
          Por el contrario, como variables de riesgo
        
        
          se señalan la patología del paciente (estado
        
        
          funcional, cognitivo y neuropsiquiátrico) y
        
        
          el grado de conflictividad (interna y fami-
        
        
          liar) en la decisión de ingreso. En este sen-
        
        
          tido, es conocido que la decisión de institu-
        
        
          cionalizar a un ser querido, tanto si se toma
        
        
          de manera individual como colectiva, no es
        
        
          fácil y puede generar sentimientos encontra-
        
        
          dos que deriven en un malestar importante
        
        
          para el cuidador. Los niveles de sobrecarga,
        
        
          ansiedad, depresión, salud general y con-
        
        
          flictividad con el centro son diferentes de-
        
        
          pendiendo del diagnóstico del paciente. En
        
        
          todas estas variables los familiares de pa-
        
        
          cientes diagnosticados de demencia son más
        
        
          proclives a padecer sintomatología negativa
        
        
          que los cuidadores de enfermos de trastorno
        
        
          mental grave u otros diagn´soticos. Todo in-
        
        
          dica que el escenario y problemas derivados
        
        
          de estas enfermedades son sensiblemente
        
        
          diferentes para el cuidador.
        
        
          La medición de la posible variable de con-
        
        
          fusión de estrés/molestia con el centro me-
        
        
          dia a través de la escala de Stephens (31)
        
        
          descarta que esta sobrecarga sea debida a
        
        
          una posible mala adaptación del paciente o
        
        
          del cuidador a las dinámicas del centro. En
        
        
          este sentido cabe destacar las bajas puntua-
        
        
          ciones encontradas en la escala como indi-
        
        
          cador de una buena asistencia profesional en
        
        
          los centros.
        
        
          Como limitaciones del estudio podemos
        
        
          señalar tres. Primero, la baja tasa de reclu-
        
        
          tamiento de muestra conseguida para este
        
        
          estudio. Por experiencia en otros estudios
        
        
          con colectivos similares (23), sabemos que
        
        
          el cuidador informal no siempre dispone del
        
        
          tiempo necesario para participar en estu-
        
        
          dios de investigación. Este problema ha sido
        
        
          aún más evidente en el planteamiento de
        
        
          una segunda visita de seguimiento que nos
        
        
          permitiera valorar de manera más causal las
        
        
          correlaciones encontradas con respecto a la
        
        
          variable “tiempo de ingreso”. El bajo número
        
        
          de participantes disponibles para una segun-
        
        
          da medición frustró por completo cualquier
        
        
          intento de obtener resultados de seguimien-
        
        
          to fiables. Segundo, la falta de instrumentos
        
        
          psicométricos validados en nuestro medio
        
        
          que permitan medir de manera más especí-