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Informaciones
Psiquiátricas
2014-n.º 216
b)
Las dificultades de transporte y la dis-
tancia a los servicios especializados
pueden actuar como una barrera para
el uso del servicio (Weeks & Wallace
2008), por lo tanto, un sistema efi-
ciente tiene que reducir el número de
desplazamientos de los pacientes a los
servicios hospitalizados.
c)
El incremento progresivo del número
de pacientes derivados a los servicios
hospitalizados y el retraso en el proce-
so diagnóstico motivado por las listas
de espera valoración (Lindesay y cols.,
2002; Phipps & O’Brien 2002) requiere
de un sistema para poder priorizar a los
pacientes según sus necesidades.
d)
Se ha demostrado que homogeneizar y
estandarizar la evaluación psicogeriá-
trica en AP da un valor añadido a la
atención de los pacientes con demencia
(Boise y cols., 2010).
e)
El disponer de la máxima información
de AP permite a los especialistas evitar
la duplicación de pruebas complemen-
tarias.
f)
La colaboración con AP en el diagnósti-
co determina posibilidad de establecer
estrategias longitudinales más eficien-
tes en casos de deterioro cognitivo leve
o en los casos de duda para el diag-
nóstico de demencia. El deterioro cog-
nitivo es un elemento cuantitativo y si
en un momento determinado hay dudas
diagnósticas, la característica progre-
siva de algunas demencias determina
que la variable tiempo puede ayudar
en el diagnóstico. No se debe olvidar
que el diagnóstico de demencia es emi-
nentemente clínico y que las pruebas
complementarias sólo son útiles tras el
diagnóstico de demencia para especifi-
car la etiología. Las nuevas clasificacio-
nes, como el DSM 5, siguen apuntando
hacia criterios clínicos para el diagnós-
tico de Trastorno Neurocognitivo Mayor.
g)
La concienciación de los profesionales
de AP en el diagnóstico de demencia
incrementa el número de demencias de-
tectadas (Boise y cols., 2010). Por lo
tanto, cualquier programa debe incluir
elementos de concienciación de los
profesionales de primaria en el diag-
nóstico de las demencias.
h)
La utilización de las nuevas técnicas
de comunicación es básicos para una
comunicación ágil y eficiente entre
los profesionales de primaria y los de
la especializada (Vilalta y cols., 2007).
La mejora en el intercambio de forma-
ción permitirá un soporte más ágil y
de mayor calidad entre los diferentes
profesionales, y favorecer la continui-
dad asistencial. Asimismo, determinará
una respuesta rápida ante las posibles
contingencias que pueden acontecer en
la evolución de los pacientes con de-
mencia.
i)
Compartir estrategias que habitualmente
estaban incorporadas sólo en la cartera
de servicios de las unidades especiali-
zadas, como puede ser el caso de pro-
gramas psicoeducativos, soporte a los
cuidadores o incluso la rehabilitación
cognitiva. Establecer qué pacientes
pueden tratar y qué estrategias pue-
den emplear los profesionales de AP y
cuáles los profesionales más especiali-
zados.
j)
Un modelo de colaboración eficiente
tendría que incrementar la satisfacción
de todos los actores: pacientes, fami-
liares y profesionales tanto de primaria
como de dispositivos especializados.
Joan Vilalta Franch
